La emoción aún palpita en las olas del Mediterráneo tras el espectáculo deportivo que marcó el domingo. La V Gran Carrera del Mediterráneo, una fusión inigualable entre running y paddle surf, tomó vida en un recorrido excepcional que deslumbró a más de 3.200 participantes.
El deporte, con su poder de unir disciplinas, se materializó en una combinación única: 21 kilómetros que abrazaron los municipios de Alicante, Elche y Santa Pola. Desde el emblemático parque El Palmeral hasta las doradas arenas de Santa Pola, el recorrido abrazó la costa, regalando a los participantes una experiencia insuperable.
El ambiente previo, palpable en la Feria del Corredor, anticipó la intensidad que se desataría. Entre entregas de dorsales y la excitación de los corredores, la adrenalina ya se sentía horas antes del pistoletazo de salida. El diputado provincial Juan de Dios Navarro recalcó la singularidad de este evento, una carrera que no conoce parangón en territorio español. No solo un desafío deportivo, sino un imán turístico, mediático y económico, fue lo que resonó en cada zancada y remada.

La V Gran Carrera del Mediterráneo 21K desató la pasión del running, mientras que el horizonte se pintaba con los colores de la V Gran Carrera del Mediterráneo SUP Race, congregando a más de 200 apasionados del paddle surf. Las leyendas como Sergio Cantoral e Iván de Frutos hicieron gala de su destreza en esta competición, consolidada como un hito nacional e internacional del SUP.
El despliegue de energía, entusiasmo y el compromiso con el deporte pintaron la jornada. El diputado de Deportes, Bernabé Cano, con el respaldo de la Diputación, marcó el inicio de esta hazaña atlética, donde se hicieron presentes los concejales de Deportes de Alicante y Elche.

La multiplicidad y la vibración marcaron el inicio de esta carrera, no solo para fomentar la actividad física, sino también para proyectar la provincia como un epicentro para eventos deportivos de envergadura. El litoral alicantino se convirtió en un lienzo vivo, teñido con la pasión y la destreza de corredores y amantes del paddle surf. El espíritu deportivo y la belleza del entorno se fusionaron en un espectáculo inolvidable que ha dejado su huella en la costa mediterránea.