Son muchas las civilizaciones que han habitado la zona a lo largo de la historia y haciendo que el origen del nombre de la ciudad de Alicante sea fruto de las distintas culturas y lenguas que han ido pasando por la ciudad.
Alicante, un nombre que proviene del legado de muchas culturas.
A lo largo de su historia, la ciudad ha contado con múltiples nomenclaturas, aunque se cree que el nombre actual viene del griego Akra Leuké, palabra que tiene como significado “montaña o promontorio blanco”, haciendo referencia al color característico de la montaña en la que se encuentra la fortaleza de la ciudad, El Castillo de Santa Bárbara.
Posteriormente, con la entrada de los romanos en la ciudad, pasó a llamarse Lucentum, que siglos más tarde los musulmanes convertirían a Al-Laqant y de este evolucionaría a Alicante tras la reconquista de la zona, con la finalidad de castellanizar el nombre.
Aunque muchos no la conocen, esta no es la única explicación del origen del nombre de la ciudad de Alicante, ya que hay una curiosa leyenda que también cuenta la historia.

La Leyenda que cuenta el origen del nombre de la ciudad de Alicante
Siglos atrás, en la zona donde hoy encontramos la ciudad, gobernaba un Califa junto a su familia. Cántara, una de las hijas del noble musulmán, era una hermosa mujer a la que no le faltaban los pretendientes y dado que pertenecía a la nobleza, su padre quería que tuviera un buen matrimonio digno de su estatus social.
Dos pretendientes de las familias más importantes de la ciudad decidieron presentarse para pedir la mano de Cántara y es de esta confrontación entre ambos, Almanzor y Ali, de la que nace el nombre de la ciudad.
Al Cántara no poder decidirse entre los dos pretendientes, ya que ambos eran apuestos y amables, el Califa decidió pedirles que realizaran una complicada tarea y que el primero que volviera con mayores riquezas se casaría con la princesa musulmana.
Almanzor optó por embarcarse en un viaje a la India en búsqueda de sedas y especias, mientras que Ali, siendo avispado, prefirió quedarse cerca de la princesa para intentar conquistarla, teniendo como tarea la construcción de una acequia que haría llegar el agua a la ciudad.

Ali y Cántara, el amor da origen del nombre de la ciudad de Alicante
Compaginando sus labores de construcción de la acequia con el cortejo de la princesa, Ali consiguió que Cántara se enamorara rápidamente de él, los poemas que le recitaba y las canciones que le cantaba, hicieron que la princesa quedara prendada de él.
Sin el padre de ella conocer la historia de amor que había surgido, la pareja se encontraba a escondidas para disfrutar de la compañía mutua. Pasando el tiempo, llegó el día en el que Almanzor volvió a la ciudad cargado de riquezas de sus viajes.
Al haber sido el primero en cumplir su cometido, el Califa le otorgó la mano de su hija tal y como él había prometido. Ali, al enterarse de tales noticias, no pudo soportar la pena que le inundó por dentro y decidió quitarse la vida tirándose por un barranco.
Al Cántara enterarse de lo sucedido, tomó el camino de su amando y decidió saltar también al vacío para terminar con toda su angustia.
Los habitantes de la ciudad sufrieron mucho la pérdida de la pareja y decidieron darle a la ciudad el nombre de “Álcántara” en conmemoración de ellos dos y para que quedaran unidos eternamente. El tiempo hizo que posteriormente evolucionara a Alicante, nombre con el que conocemos la ciudad hoy en día.