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La historia de Ana Mateo es una auténtica travesía de amor y oportunidad que la llevó desde las cálidas costas de Alicante hasta el corazón de Alemania. Una aventura que comenzó hace siete años, cuando su marido, por entonces su novio, la conquistó y decidieron emprender juntos un nuevo camino en tierras germanas.
En aquel momento, Ana acababa de completar su máster, y el horizonte laboral en España no se presentaba con la misma seguridad que en Alemania, donde su pareja ya tenía un empleo estable. “No hubo que pensarlo mucho”, recuerda Ana. Así, se mudaron a Múnich, donde comenzaron su vida juntos, pero no sería allí donde establecerían su hogar definitivo.

Formando una familia en tierras alemanas
La pareja ha formado una hermosa familia con una hija de cinco años y un niño de dos. Su día a día en Steinhöring, un pintoresco pueblo bávaro, está marcado por la rutina que comparten como padres y trabajadores. “Me levanto por la mañana, preparamos el desayuno de los niños, los llevamos al colegio y luego nos ponemos a trabajar en casa”, relata.
En Alemania, Ana Mateo ha encontrado la libertad y flexibilidad que necesita para llevar a cabo su pasión como autónoma. En sus propias palabras, “Soy autónoma para poder conciliar el estar en casa y el poder trabajar de lo que a mí me gusta”. Ana reconoce que la realidad de cuidar a los niños y mantener una carrera puede ser un desafío, especialmente en un entorno donde la ayuda familiar no está tan disponible como lo fue en su infancia. La vida moderna ha cambiado las dinámicas familiares, y Ana valora la autonomía que le brinda su estatus de autónoma en Alemania para equilibrar sus responsabilidades y sus pasiones profesionales.
Un vínculo inquebrantable
Pero hay una rutina matutina que Ana valora especialmente: todos los días, antes de sumergirse en su trabajo, habla con su madre en Villena. A través de una videollamada, madre e hija se conectan a pesar de la distancia. Este pequeño ritual es una forma de mantener viva la conexión con sus raíces alicantinas y de asegurarse de que su madre pueda ver crecer a sus nietos a pesar de la distancia.
El contacto diario con su madre y las visitas regulares a España han contribuido a preservar sus raíces alicantinas, donde Ana; ha tejido un puente cultural entre sus dos hogares.
Educación a la Alemana: Un enfoque diferente
Uno de los aspectos más destacados de la historia de Ana es su experiencia con el sistema educativo alemán, en comparación con el español. En Alemania, las escuelas están separadas por etapas y enfoques educativos desde temprana edad. A los diez años, los niños deben elegir su camino educativo, ya sea académico, profesional o técnico. Ana señala que no es ni mejor ni peor que el sistema español, sino simplemente diferente y más especializado desde el principio.
Para aquellos que consideren mudarse a Alemania con hijos, Ana aconseja investigar cuidadosamente las escuelas. Algunas ofrecen programas adaptados para niños extranjeros que facilitan el aprendizaje del idioma. “Hacer el esfuerzo por aprender el idioma y adaptarte a la cultura es crucial. Aquí valoran mucho ese interés”, dice Ana.
“La gente es muy respetuosa y valora el interés de los extranjeros por adaptarse a su cultura”
¿Cómo ven los alemanes a los españoles?
Ana nos cuenta que los alemanes adoran la alegría y la cultura española. Ven a los españoles como personas alegres y abiertas, a pesar de la diferencia en las costumbres de saludo. Aquí, el apretón de manos reemplaza los dos besos típicos en España.
Esta aventura en Alemania ha cambiado la vida de Ana en muchos aspectos. La apertura cultural y la posibilidad de conciliar su vida laboral y familiar son aspectos que valora enormemente. Su marido y su familia cercana en Alemania hacen que la distancia de su familia en España sea más llevadera, y las visitas regulares mantienen viva la conexión con sus raíces alicantinas.

Un futuro prometedor en tierras germanas
La historia de Ana Mateo es un recordatorio de que la vida está llena de oportunidades esperando a ser descubiertas, incluso en tierras lejanas. Su valentía, determinación y amor por su familia la han llevado a construir una vida plena en Alemania. Ana espera que su historia inspire a otros a seguir sus sueños y a abrazar las oportunidades que la vida ofrece, sin importar cuán lejos estén de su lugar de origen.
Agradecemos a Ana Mateo por compartir su historia única y su visión sobre la vida en Alemania. Le deseamos a ella y a su hermosa familia todo el éxito y la felicidad en esta emocionante aventura. ¡Buena suerte, Ana!