¿Un castillo con rostro de moro?
El castillo de Santa Barbara, es uno de los lugares más emblemáticos de Alicante, declarado bien cultural. Su origen es del siglo IX cuando los musulmanes dominaban tierras alicantinas.
Esta monumental arquitectura esconde encantos que te harán perderte durante horas entre sus muros, contemplando la mezcla de culturas que lo componen y dotan de una belleza extraordinaria, así como sus preciosas vistas.
Entre sus características destaca una que lo hace especial. Un rostro que se ha creado en uno de sus perfiles de la montaña. Se conoce como “La cara del moro”.
Una preciosa leyenda para explicar “la cara del moro”
Una de las leyendas más famosas que pueden oírse sobre el castillo situado en lo alto del monte Benacantil, es la leyenda cristiana, esta narra la historia de Zahara, la preciosa hija del gobernador árabe Ben-Abed, la cual vivía en el castillo situado en lo alto del monte Benacantil. Era tan bella la princesa, que pretendientes no le iban a faltar. Su padre quería casarla en contra de su voluntad y organizaba fiestas para encontrarle un marido adecuado.
En uno de estos eventos se coló un invitado no muy bienvenido por los musulmanes, era Fernando, el hijo del conde García de Oñate, principal enemigo del gobernador. Para que la historia se ponga interesante, Zahara se enamoró perdidamente aun sabiendo que su amor era prohibido.
Antes de poder escaparse juntos del castillo, los soldados árabes capturaron al chico, el cual fue sentenciado a muerte. Ben-Abed, preocupado por la salud de su hija, la cual entró en una tristeza infinita como consecuencia de la captura de su amado, prometió a la princesa que si al día siguiente Alicante amanecía teñida de blanco le perdonaría la vida a su amado y la dejaría casarse con él.
¿Nieve en Alicante? Imposible… sin embargo, los almendros que se encontraban en la ciudad florecieron y como consecuencia, Alicante amaneció teñida de blanco.
Zahara al ver como la ciudad se cubrió de blanco corrió hacia la habitación de su padre, cuando vio el cuerpo de su amado colgado de la parte más alta del castillo.
Desgarrada por el dolor de haber perdido a su amado, Zahara tomo la decisión de quitarse la vida tirándose desde lo alto del monte Benacantil.
El gobernador quedo tan desolado que rezó a Alá el mayor de los castigos, pues no había cumplido la promesa que realizó a su hija. Alá decidió dejar su rostro convertido en piedra en la ladera por donde su hija se arrojó, como ejemplo de lo que las promesas deben cumplirse. Desde entonces llamamos a ese perfil del castillo, “La cara del moro”
¿Desde dónde se puede ver “la cara del moro”?
El rostro tiene un tamaño considerable, gracias a ello se puede observar desde distintos puntos de la ciudad. Sin embargo, desde donde mejor podremos ver la imagen, coronada por el castillo, es desde la playa del Postiguet, tanto de día como de noche, pues al caer el sol la “cara del moro” se ilumina, dotándola de majestuosidad y romanticismo.