El castillo de San Fernando, también conocido como Cerro de San Fernando, está ubicado en el Monte Tossal y recibe su nombre en honor a Fernando VII.
A pesar de que fue construido estratégicamente para defender la ciudad, nunca en su historia llegó a albergar un día de lucha.
Ahora podemos pasear por los adarves de sus murallas, con unas mínimas pinceladas verdes de sus árboles y palmeras, y contemplar Alicante y sus alrededores, con el mar Mediterráneo de fondo.
El castillo de San Fernando, una construcción apresurada

La construcción del castillo de San Fernando se inició en el año 1809, para impedir la conquista napoleónica. Se llevó a cabo el proyecto de Pedro Ordobas y colaboró toda la población alicantina.
En Agosto de 1812 llegaron las tropas francesas a la ciudad, pero no duraron más de un día, ya que al general Louis-Pierre Montbrun le mandaron marchar a Francia para preparar la guerra frente a Rusia.
Por tanto, el Castillo de San Fernando nunca fue probado, no se pudo comprobar su dureza ni ser partícipe de ninguna batalla. Y hay que dar gracias.
Tiempo después de ser finalizado el proyecto, empezó a mostrar las primeras deficiencias: numerosas grietas y otros desperfectos.
Si ya tenía mala fama la construcción del castillo por la rapidez con la que se había construido, como por su elevado coste y la ejecución del proyecto, imaginad tras verse los primeros desperfectos.
La fortaleza o el fuerte fusilero de San Fernando
El Castillo de San Fernando es en realidad una fortaleza o fuerte fusilero construido en el siglo XIX.
A diferencia de los castillos, que eran lugares de residencia para familias o señores feudales, los fuertes fusileros son construcciones defensivas con muros robustos para soportar el impacto de la artillería.
El castillo de San Fernando se construyó en el Monte Tossal para cubrir el mayor área de disparo posible.
En el extremo norte del castillo se encuentra un foso y un revellín o baluarte poligonal para ampliar los ángulos de fuego.
En el extremo sur se encuentra la torre Redonda, también conocida como el “yogurt”, que vigila la rampa que asciende por la escarpada ladera del monte. Además, el castillo cuenta con medios baluartes, galerías de bóvedas a prueba de artillería, aljibes para almacenar agua en caso de asedio y dependencias para los militares.
Qué hacer en el castillo de San Fernando

El castillo de San Fernando está situado en la cima del monte Tossal, que además de ser un lugar histórico, también es un excelente destino de ocio.
Hay diversos monumentos y esculturas, bosques, jardines, un conservatorio musical, instalaciones deportivas y dos parques. Uno de ellos, el Parque Monte Tossal, es un espacio temático que representa las diferentes regiones de la Comunidad Valenciana, y ofrece una gran variedad de actividades, como jugar al minigolf, patinar, escalar en su rocódromo, entre otros.
¡Un lugar perfecto para practicar deporte al aire libre!